Un parque infantil suele ser útil a partir del momento en que un bebé comienza a moverse activamente, es decir, cuando empieza a reptar o gatear. Esto generalmente ocurre entre el 4 y 6 meses de edad. Algunos modelos con base ajustable pueden usarse incluso antes, como una superficie segura para que los recién nacidos descansen.

La duración del uso depende del niño y del modelo. Por lo general, un parque infantil puede usarse hasta que el niño tenga entre 2 y 3 años — mientras que quepa cómodamente y permanezca seguro dentro. En cuanto el niño intente trepar para salir, debería reconsiderarse su uso.

Un parque infantil ofrece seguridad y flexibilidad tanto para el niño como para los padres:

• Refugio seguro: El bebé puede jugar, dormir u observar su entorno de manera protegida.

• Alivio para los padres: Los padres pueden tener las manos libres por un momento, por ejemplo, para cocinar, hablar por teléfono o ducharse.

• Protección contra peligros: El parque protege al niño del contacto con escaleras, enchufes, bordes afilados o mascotas.

• Uso móvil: Muchos modelos cuentan con ruedas y se pueden mover fácilmente de una habitación a otra.

• Multifuncionalidad: Según el equipamiento, el parque también sirve como área de juego o espacio para dormir temporalmente.

El tamaño adecuado depende del espacio disponible en el hogar y del propósito de uso:

• Para espacios pequeños, son adecuados los modelos compactos, cuadrados o rectangulares de aproximadamente 75x100 cm o 100x100 cm.

• Para mayor libertad de movimiento, son ideales los modelos rectangulares (por ejemplo, 100x140 cm) o incluso las variantes grandes de 6 u 8 lados.

• Algunos modelos son expandibles o modulares, lo que permite flexibilidad en la distribución del espacio.
  

Consejo: Asegúrate de que el parque tenga suficiente espacio para moverse, para los juguetes y, si es necesario, para un colchón pequeño.

Los parques infantiles ROBA ofrecen un alto nivel de seguridad y están diseñados para un uso diario seguro con bebés. Al comprar, debe fijarse en las siguientes características: una estructura robusta con barrotes planos y estrechos que evitan que los dedos pequeños se queden atrapados. Las bases ajustables en altura, a menudo con dos o tres niveles, permiten adaptarse a la edad y movilidad del niño. Las ruedas con freno garantizan movilidad y estabilidad. Además, muchos parques infantiles ROBA están certificados por TÜV según la norma DIN EN 12227 y están fabricados con materiales testados para estar libres de sustancias nocivas y con pintura resistente a la saliva. Esto asegura un entorno de juego seguro y duradero.

Los parques infantiles de madera suelen ser la opción más sostenible, ya que están fabricados con materiales naturales y renovables y suelen ser más duraderos. Además, la madera puede reciclarse o reutilizarse fácilmente. ROBA utiliza acabados testados y resistentes a la saliva en sus parques de madera, combinando seguridad y respeto por el medio ambiente.

Los parques infantiles de plástico suelen ser más ligeros y fáciles de mantener, pero no siempre son tan ecológicos en su producción y eliminación. Si la sostenibilidad y los materiales naturales son importantes para ti, elegir un parque de madera de alta calidad de ROBA es una excelente decisión.

Un parque infantil ROBA se puede limpiar de forma higiénica y segura con poco esfuerzo. Las partes de madera pueden limpiarse fácilmente con un paño ligeramente húmedo, y si es necesario, con un detergente suave y apto para bebés. Evita el uso de productos químicos agresivos o exceso de agua para no dañar la madera. Las ruedas y las piezas móviles deben revisarse regularmente para eliminar polvo y pelusas, y limpiarse con un paño seco si es necesario. Para los parques con inserto textil, es importante seguir las instrucciones de cuidado del fabricante, ya que muchos insertos son lavables a 30-40 °C. De este modo, el parque permanece limpio, seguro y duradero.